Presente - Pinturas, 2001
El espacio de las sombras
La cama es el territorio de la inmensidad íntima, allí vemos nacer a: los sueños,
las pesadillas, el amor, el sexo, el descanso, el reposo, la extraña horizontalidad
profunda del cuerpo y el espíritu.
Estas obras toman la cama como símbolo, indagan su lado oscuro como prisión
del cuerpo atrapado, pero a su vez dibujan una aérea alegoría hospitalaria que
une la pesadilla a la cura como un rito de pasaje.
Coma y silla son huellas de la escala del cuerpo humano, estos territorios
deshabitados en su repetición en el vacío blanco del cuadro , nos proyectan su
carga de ausencia. Quién durmió allí? Quién fue atado?...
Cuando oscurece y el sueño hace caer nuestros párpados, nos introducimos en el
mundo de las sombras, es recurrente en los sueños vernos desde arriba
desdoblados como si levitáramos. Y desde ese punto de vista, desde el aire la
cama aparece sin su habitante como un espacio de tránsito hacia otro estado.
Que retiene a esa cama en el vacío, que sucedería si esa atadura de luto no la
sujetará, levitaría la cama como un cuerpo celeste hasta perderse en el infinito?
Desde la pinturas góticas del siglo XIX -como las pesadillas de Goya- hasta nuestros
días en las obras de Kuitka, Kieffer y Beuys el negro borde de los sueños fue dibujado.
En una de las obras una pequeña y frágil silla de alambre dibuja su sombra, como
en los dibujos de alambre de las fotos de Vick Muñiz, lo etéreo posee la poderosa
materia del sueño, y aquí la sombra del objeto, lo ayuda a existir y salir del plano
para encarnarse en el espacio.
Este maravilloso gesto sucede cada día cuando al despertar los sueños cobran vida en nuestra inquietante realidad cotidiana.
Fabiana Barreda
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